PROVINCIALES
Lunes, 18 de diciembre de 2017
Municipios que fueron gobernados por peronistas dejaron complicadas situaciones financieras a las nuevas autoridades
Capital, Goya, Perugorría y Empedrado son las más afectadas en materia económico-financiera. Tres de los intendentes ya se reunieron con Valdés para solicitar el apoyo y acompañamiento del Gobierno provincial.

A una semana de haberse renovado las administraciones en toda la provincia, la situación financiera de los Municipios que fueron administrados por intendente alineados al kirchnerismo es preocupante y en algunos casos hasta grave.
Sin ir mas lejos, el gobernador Gustavo Valdés recibió en esta semana a varios jefes comunales que, tras asumir sus roles, se encontraron con las cuentas en rojo. Es el caso de las comunas de Capital, Goya, Ituzaingó, Empedrado y Perugorría, donde los nuevos intendentes han manifestado que se encontraron con las cajas vacías y un tendal de deudas que ponen en una situación difícil a las nuevas gestiones. Todas fueron comunas gobernadas por kirchneristas. Todas estuvieron alineadas a la figura del senador nacional Carlos Mauricio Camau Espínola, quien fue el candidato del peronismo kirchnerista en las elecciones a gobernador del 8 de octubre pasado y perdió. Hecho que hizo que la situación se agravara aun más repercutiendo directamente en las cuestión operativa de cada ciudad.

Sin ir más lejos, tanto Corrientes como Goya fueron abandonadas por las gestiones de Fabián Ríos y Gerardo Bassi, respectivamente. Tras la derrota de ambos, la Municipalidad dejó de cumplir con los servicios básicos que son su obligación y el mantenimiento de calles y luminarias.
“Encontré al municipio con muchos problemas, con dificultades que tienen que ver con lo económico-financiero, así como el mal estado de los vehículo y la maquinaria y la duplicación de la planta de personal”, destacó tras su asunción el intendente de Goya, Ignacio Osella.

Esta situación llevó a que el goyano declare la emergencia económico-financiera y ambiental.
“Tenemos la sensación que la gestión pasada, en el ultimo tiempo, dejó caer el parque automotor y de maquinaria, pero al ingresar nos dimos cuenta de que la situación era mucho más grave y nos encontramos con el hecho de que recuperar esas maquinaria saldrá muchos dinero”, dijo el jefe comunal.
Por ello, Osella y el mandatario provincial se reunieron en el despacho privado de la Gobernación, “para analizar la preocupante situación financiera por la que atraviesa el Municipio de Goya” y, por ende, “buscando la manera de resolverla, para así garantizar el pago de sueldos de empleados municipales”, expresó Gustavo Valdés.

Osella había denunciado que, en cuatro años, la planta del personal municipal se duplicó en la localidad, ya que cuando él dejó la Intendencia en 2013 había 1.365 empleados y hoy hay 2.625, entre permanentes y contratados, y que la deuda a proveedores heredada de la gestión del kirchnerista Gerardo Bassi asciende a casi 30 millones de pesos.

12 años de kirchnerismo liberal
Por su parte, el intendente de Perugorría es quizá el intendente que hereda el municipio peor administrado de la era democrática, el cual hasta el 10 de diciembre estuvo gobernada por el tándem kirchnerista-liberal de Angelina Lesieux y Jorge Corona. Desde 2005 ellos detentaron el poder en el pequeño poblado del sur provincial y en ese tiempo hicieron lo que quisieron. De hecho, la gestión de Lesieux quedó envuelta en un escándalo nacional por obras fantasmas que se pagaron por la Nación, pero que nunca se llevaron a cabo. Juan Ramón Castellanos no pudo entablar nunca un proceso de transición y a ciencia cierta no sabía la cantidad de empleados que tenía la Comuna, el estado del parque automotor ni la situación patrimonial del Municipio.
“Recibo la Comuna como se esperaba. En un completo desastre, me entregó una carpeta donde dice que le adeudamos 10 meses de trabajo a los empleados, 120.000 pesos. De la parte privada no dice nada”, dijo el nuevo jefe comunal.
Asimismo se refirió a la deuda señalando que tenían una suerte de timba con cheques de la Municipalidad de Perugorría.
“La deuda es de mucho más que de $ 7 millones. Lo que más me preocupan son los cheques entregados a la usura, que salían por 50 y los cambiaban por 30 con tal de hacerse del dinero”, sostuvo.

Pulir la Perla del Paraná
Empedrado es otra donde los kirchneristas peronistas hicieron de las suyas. La administración de Daniel Mieres dejo puntos oscuros en la rendición de las cuentas y la manera en que manejó el destino de los fondos públicos de la Comuna. José Cheme se quejó ya en el proceso de transición al que tachó de “desprolijo y poco responsable”. Pero la verdadera realidad la tuvo una vez que asumió en el cargo de jefe comunal.
“No hay ningún balance aprobado, lo cual sumamente preocupante. Vamos a tener que ver cómo fue la ejecución del presupuesto”, comentó.
Cheme fue otro de los intendentes recién asumidos que se reunió con el gobernador Gustavo Valdés para pedir el apoyo del Gobierno provincial para avanzar con acciones que tiendan a reflotar a la localidad turística que en cuatro años retrocedió en esa materia. El plan es darle calidad institucional.


 
 
 
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