|
Nacionales | Martes, 12 de noviembre de 2019 |
La crisis institucional en Bolivia divide aguas en Juntos por el Cambio y un sector de la UCR El conflicto en Bolivia dividió opiniones en Juntos por el Cambio entre quienes consideran que se trata de una crisis institucional derivada de decisiones de Evo Morales y los que califican lo sucedido como un golpe de estado. Con el presidente Mauricio Macri con una postura de cautela frente a la crisis boliviana, un sector del oficialismo en el que se alineó el canciller Jorge Faurie y el embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García, afirma que no hay elementos para describir la situación en Bolivia como un golpe aunque plantea la necesidad de que ningún actor asuma un rol no asignado por la Constitución.
El embajador en el país vecino fue incluso más lejos al señalar que en la crisis boliviana existen aspectos "similares" a lo que sucedió con el ex presidente radical Fernando de la Rúa en el 2001 en la Argentina.
El presidente Macri, quien el domingo mantuvo contactos con el presidente electo Alberto Fernández, mostró prudencia y se limitó hoy a expresar que en el gobierno argentino están "todos muy preocupados" por lo sucedido.
Detrás de la postura que promueve un repudio directo a lo que califican como un golpe de Estado se encolumnaron en las últimas horas sectores del radicalismo como el que encabeza Alfredo Cornejo, Martín Lousteau y Federico Storani, quienes cuestionaron el modo en que Morales abandonó el poder.
El Comité Nacional de la UCR, que lidera el mendocino Cornejo, repudió "el golpe de Estado" aunque también cuestionó la posición del renunciante Morales al señalar que "no es justo someter a las sociedades al agobio, por una vocación de perpetuidad ilegal" y que "las autoridades electas en cada comicio deben gozar de la legitimidad que da la limpieza en dichos procesos".
|
|
|
|
|
|
|
|
1108
|
|
1230
|
|
 |
|
|